Hace más de un año vi algo que me
puso a pensar en la “eficiencia” de ciertos proyectos que deberían mejorar
ciertas situaciones, pero que en realidad no todo es tan bonito como parece. Quería
escribir al respecto, pero con tantas cosas que tenía en mente en ese entonces,
se me olvidó por completo; afortunadamente, un vídeo reciente que vi me hizo
recordar ese evento y decidí finalmente contar ese evento, y dar una pequeña opinión
al respecto.
Cuando escuché por primera vez el asunto de la creación de la PNB (Policía Nacional Bolivariana), me pareció una idea interesante. La manera como se describe, es decir, el origen de su creación, me pareció una gran idea. Quizás pequé de ignorante, pero me pareció un proyecto bastante bueno, justo y apropiado para que haya “sangre nueva” en los cuerpos policiales, y las cosas pudieran mejorar un poco con respecto a la criminalidad, y demás. Realmente me pareció una muy buena idea… incluso, consideré mucho el unirme para poner mi granito de arena, realmente lo pensé mucho. Quizás me hubiera unido si no tuviera ciertos problemas de salud. Pero bueno, a la final nada más bastó ver un hecho no muy agradable para comenzar a tener mis dudas sobre lo “casi perfecto” del proyecto.
Repito, como idea, el proyecto tiene buenas intenciones y se escucha bien… sin embargo, aquí en Venezuela estamos acostumbrados a que las ideas nunca se materializan de la manera correcta, y a la final el resultado termina siendo muy diferente al que está en el libreto (por lo general inclinándose hacia lo negativo). Esto es un hecho, y se puede ver día a día en casi todo: las cosas deben funcionar de una manera, pero funcionan de otra.
¿Por qué sucede esto? Para mí, todo es culpa de la gente, tan simple como eso. Cuando hablo de “la gente”, me refiero a nuestra forma de pensar. Ya tenemos tan metidos en la mente ese individualismo, ese ego tan poderoso que nos hace actuar en base a lo que es mejor para nosotros y no en base a lo que es mejor para otros. Hay excepciones, como todo en la vida, pero las excepciones son tan pocas que estas palidecen ante las no-excepciones. Esto está tan fuera de control que ya es algo normal, algo común, algo que aceptamos como parte de la naturaleza, y esto es triste, muy triste.
Volviendo al asunto de la policía, en la misma página del “Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana” (http://cpnb.gob.ve/), se puede leer lo siguiente en la parte de reseña:
Cuando escuché por primera vez el asunto de la creación de la PNB (Policía Nacional Bolivariana), me pareció una idea interesante. La manera como se describe, es decir, el origen de su creación, me pareció una gran idea. Quizás pequé de ignorante, pero me pareció un proyecto bastante bueno, justo y apropiado para que haya “sangre nueva” en los cuerpos policiales, y las cosas pudieran mejorar un poco con respecto a la criminalidad, y demás. Realmente me pareció una muy buena idea… incluso, consideré mucho el unirme para poner mi granito de arena, realmente lo pensé mucho. Quizás me hubiera unido si no tuviera ciertos problemas de salud. Pero bueno, a la final nada más bastó ver un hecho no muy agradable para comenzar a tener mis dudas sobre lo “casi perfecto” del proyecto.
Repito, como idea, el proyecto tiene buenas intenciones y se escucha bien… sin embargo, aquí en Venezuela estamos acostumbrados a que las ideas nunca se materializan de la manera correcta, y a la final el resultado termina siendo muy diferente al que está en el libreto (por lo general inclinándose hacia lo negativo). Esto es un hecho, y se puede ver día a día en casi todo: las cosas deben funcionar de una manera, pero funcionan de otra.
¿Por qué sucede esto? Para mí, todo es culpa de la gente, tan simple como eso. Cuando hablo de “la gente”, me refiero a nuestra forma de pensar. Ya tenemos tan metidos en la mente ese individualismo, ese ego tan poderoso que nos hace actuar en base a lo que es mejor para nosotros y no en base a lo que es mejor para otros. Hay excepciones, como todo en la vida, pero las excepciones son tan pocas que estas palidecen ante las no-excepciones. Esto está tan fuera de control que ya es algo normal, algo común, algo que aceptamos como parte de la naturaleza, y esto es triste, muy triste.
Volviendo al asunto de la policía, en la misma página del “Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana” (http://cpnb.gob.ve/), se puede leer lo siguiente en la parte de reseña:
“La Policía Nacional Bolivariana tiene como visión ser reconocida como un cuerpo moderno de proximidad, con estrategias para la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos ciudadanos, caracterizado por sus buenas prácticas, integrada por un capital humano profesional de la más alta calidad. Dotada de una alta capacidad y flexibilidad para brindar resultados efectivos en los términos de Seguridad, defender los intereses nacionales y participar activamente en el desarrollo nacional.”
Suena realmente bonito, ¿no?
Ojalá todo fuera en la realidad ten agradable como el deber ser, pero lamentablemente no es así. Permítanme contarles lo
que vi el año pasado:
Era mediodía aproximadamente, y me
encontraba caminando por el complejo deportivo de mi ciudad. El estacionamiento
del lugar lógicamente es enorme, y como no había vehículos estacionados a esas
horas, se aprovechó dicho espacio para realizar los entrenamientos de los
jóvenes que querían unirse a la PNB. Ahí se encontraba una gran cantidad de
jóvenes uniformados, varios vehículos de policías, motos, etc., y por supuesto,
los agentes de policía mayores, los veteranos, pues, quienes lógicamente serían
los instructores de estos jóvenes entusiastas.
Lo primero que noté era la forma
de hablar de muchos. ¿Cómo decirlo? Su manera de expresarse era algo
inapropiada, usaban muchas expresiones que por lo general usan los
delincuentes. Eso para empezar, luego estaban los instructores, es decir, los
veteranos, quienes los insultaban y les mandaban a hacer cosas hablándoles haciendo
resaltar su autoridad, su supuesta “supremacía”, ya saben, tratando a los
jóvenes como si fueran inferiores. Eso me hizo pensar: “Si la idea es formar profesionales con buenos valores, y que sean ‘supuestamente’
diferentes a los viejos policías corruptos y malos que andan por ahí, ¿qué les
cuesta dar el ejemplo?”
Ese entrenamiento duró varios
días, y prácticamente yo pasaba por ese estacionamiento todos los días, así que
pude ver muy de cerca muchas de estas cosas que estoy contando. Aún así, uno de
los hechos que recuerdo bastante bien, y que mostraba la “gran humildad” de
estos superiores, fue uno de esos momentos cuando llegó la hora de almorzar. La
logística tenía la comida de todos los que estaban en el entrenamiento, pero
por lógica no era mucha (y presumo que tampoco era de la mejor calidad), pero
ese no es el detalle. Recuerdo que uno de los superiores estaba con un plato de
comida y preguntó si alguno de los presentes había quedado con hambre para
darle esa comida que había sobrado. Uno de los jóvenes que estaba cerca levantó
la mano. El policía le dijo que fuera a tomar el plato, y cuando el joven
estaba cerca, el policía lo dejó caer y le dijo textualmente: “Rebúscate lambucio.” (“Lambucio” es un
modismo venezolano usado por lo general para mencionar a una persona que come
mucho.) Después de eso, el policía se acercó a sus compañeros riéndose y todos se
comenzaron a reír y burlar del muchacho.
Todo eso me hizo llegar a una
conclusión obvia: si el plan es preparar sangre
nueva y entrenarla para que sean diferentes a la sangre vieja… ¿van a usar sangre vieja como guías? ¿Entonces dónde
estará la diferencia? ¿Cómo cambiarán las cosas si la educación sigue estando
corrompida? Así nunca se logrará un cambio. Cuando esos jóvenes sean policías,
serán los mismos malandros que los malandros que supuestamente tienen que
detener (e igual a los malandros quienes los entrenaron). ¿Cuándo cambiarán las
cosas entonces con un sistema así de podrido? Pienso que esto no se trata de
leyes, de hecho, las leyes no importan cuando ni siquiera quienes deben
cumplirlas no lo hacen. Estamos prácticamente en una tierra de nadie, y eso es algo muy lamentable, porque a pesar de lo
que muchos digan o piensen, siempre las cosas pueden ser peor.
Miren por ejemplo este vídeo que
salió por ahí hace no mucho tiempo, ¿no es adorable?
"Go! Go! Go!"
Lo peor es que, bien, supuestamente
ya los van a destituir y eso… ¿pero qué
pasa con todos los que no fueron lo suficientemente idiotas para grabarse haciendo
cosas como estas y andan haciendo esto (o cosas peores) por ahí? Claro, no
todos los que forman parte de la PNB son así, y seguro muchos estarán haciendo
las cosas bien pensando en los demás, pero con gente como las que mencioné, o la que se puede
ver en el vídeo, ¿nos podemos sentir del todo seguros? Me han contado (y también me ha tocado ver) casos de gente que hace algunos meses estaban en tráfico de drogas, robando, y haciendo cosas ilegales, y que ahora forman parte de la PNB. ¿Será que se reformaron? ¿Algo así como todos los que se hacen religiosos de repente para "borrar" las cosas malas que hicieron en el pasado? Es para reflexionar, ¿no?