16/7/12

Hace un año - Parte 1


Hace un año hubo una gran fiesta. Me atrevería a decir con toda firmeza y seguridad del mundo que fue “la fiesta del año”. Nunca antes había visto tanta gente en esa casa tan pequeña, nunca habíamos estado todos juntos como ese día. Fue un día bastante alegre, bastante importante... pero yo sabía que era el último día que algo así ocurriría en esa casa, yo sabía que jamás se repetiría.
No estoy seguro si yo era el único quien lo pensaba, quizás los demás pensaban lo mismo, o quizás algunos tenían esperanzas que no fuera así... pero yo lo sabía, realmente lo sabía.

Gente conocida y desconocida se encontraba ese día ahí, gente que tenía años sin ir allá, gente quienes tenían la intención de volver a ver a alguien con quien alguna vez compartieron y trabajaron juntos, gente quien quiso alegrar el día y brindarle su compañía a alguien... gente con buenas intenciones, aunque quizás no todos las tenían. Después de todo, este mismo día, hace un año, era el cumpleaños de una persona muy importante para muchos, unos más que otros, pero importante a la final para todos quienes estamos unidos por lazos de sangre... e incluso para personas que sin compartir ese vínculo, también merecen ser llamados “familia”.

Hoy es uno de esos días que inevitablemente causan tristeza, traen recuerdos, nostalgia y un poco de dolor. Un día como hoy, una persona muy importante para mi vida estaría celebrando su cumpleaños número 86... pero no es así, mi abuela ya no se encuentra entre nosotros, al menos no físicamente. Eso es algo que aún nos afecta, especialmente porque no ha pasado ni siquiera un año desde que falleció.

Su partida ha sido la primera de la familia que me ha afectado, a pesar de no ser la primera que ha ocurrido. La verdad mi abuelo (su esposo) había fallecido muchos años antes (si mal no recuerdo, hace 9 años), pero sinceramente no me afectó tanto, porque a pesar de tratarse de mi abuelo, y de siempre verlo durante mi infancia (hasta los 9 ó 10 años aproximadamente), lamentablemente nunca tuve un trato directo con él, nunca conversé con él de cosas personales, nunca escuché alguna de sus historias, o consejos... no tengo recuerdos de eso, además, apenas tenía 14 años cuando eso ocurrió (estaba a tan solo dos o tres días de cumplir los 15 años) y a pesar de todo no me hizo sentir tan mal... pero este caso es completamente diferente: mi abuela en los últimos años fue una gran persona conmigo, y siempre estuvo pendiente de mí, siempre.

Ella me demostró un amor el cual siempre me arrepentiré por no haber podido retribuírselo o pagárselo como lo merecía. Ella me contaba mucho sus historias, y me aconsejaba bastante sobre la vida... podía sentirse que quería verme feliz. Estaría exagerando al decir que fui su nieto favorito, pero lo sentía así... sentía una especie de preocupación por mí bastante fuerte que no parecía tener por sus demás nietos... quizás por ciertos "detalles" familiares que no voy a mencionar aquí, pero estoy seguro que a todos los amaba por igual y sin preferencia alguna.

Lamentablemente el contacto que tuve con ella no fue durante mucho tiempo, es decir, no fue durante toda la vida, más que todo durante parte de mi adolescencia y mi adultez... hasta que se fue. Pero puedo decir con total seguridad que logré aprender muchísimo de ella, ¡demasiado! Siento que fue muy poco el tiempo que pude compartir con mi abuela, pero aprendí bastante de todo lo que me enseñó. Ella fue una enorme fuente de inspiración y aprendizaje moral en mi vida.

Ella tenía muchos planes, muchos proyectos; odiaba sentirse inútil, al contrario, siempre quería hacer cosas y no le gustaba depender de los demás para lograrlo. Era bastante sabia, ¡demasiado sabia! Muy inteligente, y de mente abierta como muy pocas personas hoy en día lo son. Un poco terca en algunas cosas, pero perfectamente consciente de la vida. Conversadora excepcional, y excelente consejera. Siempre buscaba la manera de entretenernos, y de no hacernos sentir mal, incluso en momentos difíciles. Podía hablar de cualquier tema, y saber realmente lo que decía. Directa para decir las cosas, y expresarse sin ningún tipo de límites o inhibiciones (el cual es un aspecto que admiro mucho y que he "heredado" con el tiempo). Si algo no le gustaba, lo decía sin el más mínimo impedimento... y eso era genial.
No podría mencionar todas sus características que hicieron de ella una persona ejemplar, realmente no podría... son demasiadas cosas. Pero de algo puedo estar seguro, personas como ella están en peligro de extinción hoy en día... y no lo digo porque se trate simplemente de mi abuela, es algo que solo podría saberse al tratar con ella y conocerla.

No puedo evitar recordarla, extrañarla, pensar en ella, y ponerme triste al querer hablarle o preguntarle cosas y saber que ya no puedo hacerlo, es muy duro... pero si ella pudiera observarme en este preciso momento, estoy seguro que no quisiera verme triste. Se que quisiera verme alegre, tranquilo, sonriente y sin tristezas, echar pa'lante, y ser alguien en la vida. No es algo fácil no estar mal hoy, pero intentaré no estarlo como su regalo de cumpleaños...

¡Feliz cumpleaños, abuela! Cuida de mí, y de quienes realmente te amamos, te extrañamos, y tuvimos el gran honor de tenerte en nuestras vidas.



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