Quienes me conocen saben que no suelo generalizar, nunca me ha gustado hacerlo; sin embargo
existen muy contados casos en los que se puede generalizar la gran
mayoría de las veces sin temor a equivocarse. Entre ellos podría
incluir cosas como la religión o la política, pero en este caso
hablaré de una de las características más peculiares del ser
humano: su capacidad para mentir. (Aunque irónicamente, la religión y la política tienen bastante que ver con la mentira.)
Sí, ya se que todos sabían que aquí iba a aparecer Pinocho.
Como dato cultural, observemos lo que
el diccionario de la Real Academia Española nos define como mentira:
Mentir (del lat. mentīri).
Es decir, podemos afirmar que la
mentira es lo contrario de lo que definiríamos como “verdad”.
La mentira es algo que puede causar una
enorme cantidad de efectos diferentes, dependiendo de la persona
quien lo diga, desde luego; también hay muchos tipos de mentiras,
algunas “inocentes” y otras muy fuertes y vitales que son capaces
de determinar algo.
No siempre es malo mentir, después de
todo, es posible mentir con respecto a algo para evitar problemas
mayores y sin causar daños en el proceso... aunque en la mayoría de los casos, hacer esto puede ser peor
que decir la verdad en dicho momento, pero no siempre es el caso.
Como el buen Dr. Gregory House solía decir: “Todos mienten”,
y no es mentira, todas las personas hemos mentido alguna vez, aún mentimos y
seguiremos mintiendo. ¿Razones para mentir? Hay muchísimas, y depende de las
circunstancias, por lo cual nadie debería juzgar a alguien sin conocer toda la historia o los hechos verdaderos que lo llevaron a mentir.
Sin embargo, hay un momento donde
mentir se vuelve una acción inaceptable, o al menos imposible de
ignorar, y es cuando al menos un elemento es afectado por dicha
mentira. Por ejemplo: mentir cuando alguien pregunta sobre tu estado
de ánimo es aceptable, porque nadie, excepto el que miente, resultaría
afectado; caso contrario a mentir, por ejemplo, para negar algo que
tú hiciste y culpar a otro. En este caso puedes meter en problemas a
otra persona, dañar su imagen, su reputación, etc., simplemente porque no tuviste el valor para aceptar tu
culpa.
Pero no todo es así de básico y
simple con respecto a la mentira. Hay muchísimos factores que podría
destacar al respecto, pero la entrada resultaría muy
extensa. El punto es que no todas las mentiras son malas, simplemente
lo son las que engañan a una persona, a un grupo, o que pone en
riesgo la vida, salud, futuro, o "algo" de alguien.
Todo un clásico en la historia del cine. (?)
Los dirigentes políticos y religiosos, para mí, son los especialistas en el mundo de la mentira, y quizás son de los más dañinos que existen, ya que juegan con la creencia, la fe y las esperanzas de las personas. Suelen hacer promesas y jurar que las cosas serán mejores si los apoyan, y la gente suele creerles.
Pero no sólo los políticos o religiosos son los únicos que mienten, eso está de más decirlo, pero son quienes afectan más el mundo. Pero hay algo que hace que esta situación sea aún peor, y es cuando la misma gente se miente entre ella. Tal parece que hoy en día mentir y jugar con las esperanzas de los demás se ha convertido en una especie de deporte mundial. Mucha gente miente tanto, y con tanta dedicación y esfuerzo, que pueden compararse con los dirigentes políticos y religiosos que dirigen el mundo en la actualidad.
Mentiras más comunes:
-Ya regreso, voy a comprar una caja de cigarrillos-. El esposo a su mujer antes de desaparecer para siempre.
-Tú eres el primero/Soy virgen-. La mujer a su pareja antes, durante o después de su primer encuentro sexual.
-Ya no lo haré otra vez-. Cualquier persona ante cualquier regaño o reclamo.
-¡Te amo!- Cualquiera que sienta "algo" por otra persona.
-No eres tú, soy yo-. Cualquier persona con poca autoestima.
-¡El lobo, el lobo!-. Pedrito por cuarta vez antes de ser ignorado por la gente y comido sangrientamente por el lobo. (?)
Entre las mentiras que considero más bajas, es cuando se juega, no sólo con la esperanza de las personas, sino con sus sentimientos. Muchas personas son muy inestables emocionalmente, y cuando son víctimas de la mentira, las cosas pueden empeorar para ellos. Decir, por ejemplo, a una persona que la amas, puede cambiar la forma de vivir de esa persona, porque le estarías dando a entender que te interesa y que quieres compartir (al menos en el presente) tu vida con ella, pero, ¿qué ocurriría si luego le dices que es mentira y que en realidad no es amor lo que sentías, sino simple gusto, agrado o atracción? Ahí estarías rompiendo sus esperanzas o ilusiones, incluso sus planes (si estaba creando algunos). Se podría decir que estarías siendo honesto al confesar eso, y eso está bien, pero también hay que tomar en cuenta el tiempo que ha transcurrido antes de decirlo. No es lo mismo estar con alguien varias semanas, o meses y decir que realmente no sentías nada de lo que jurabas sentir, a decirlo años después, y luego que muchos planes y proyectos se han iniciado. Claro, hay casos donde aún no se ha llegado al punto del no-retorno y es mejor hacer esto, pero no siempre suele ser así, y los resultados no siempre son los más favorables.
"Te estoy diciendo la verdad, lo juro."
Ese es tan solo un ejemplo, por lo que cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia (?). Pero creo que se entiende lo que se quiere decir. Claro, como dije, no todo es tan simple o básico en estos asuntos, pero es un hecho que mentir cuando se involucra a otra persona hace mucho más daño que bien.
Y para terminar, aunque parezca fuera de lugar, les dejo una de las mejores escenas del universo.
Mentiras, traición, manipulación, engaños... Scar es realmente un maldito.
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